Una de las primeras aplicaciones que se hizo con la tecnología Blockchain (cadena de bloques, en español) fue la primera moneda virtual que originó el universo de las criptodivisas: el Bitcoin. 

Sin embargo, otra de las ideas tecnologías que subyace de esta popular ciencia son los Smart Contracts, que resurgieron gracias a esta base de datos distribuida y segura originada por la criptografía.  

¿En qué consiste la tecnología Blockchain? Muy sencillo: la definición más simple es que el Blockchain se trata de un gran libro de contabilidad digital.  

En concreto, es un sistema de transferencia digital basado en la distribución de la información (en este caso dinero), en los ordenadores de los usuarios (nodos independientes) que registran el mensaje (token) de forma anónima y sin intermediarios, lo que impide modificar o malversar dicha información (entre otras cuestiones), agrupados en bloques enlazados. 

Pues bien, los Smart Contracts simularían esta dinámica para conseguir la no implicación de un tercero para realizar transacciones en el ámbito legal. 

Revolución contractual  

Generalmente, entendemos por contrato un acuerdo legal escrito u oral, en el que dos o más personas con capacidad jurídica se comprometen recíprocamente a respetar y cumplir una serie de condiciones.  

En este caso, los Smart Contracts o contratos inteligentes consisten en un código o protocolo informático generado a partir de la tecnología Blockchain que facilita verificar y automatizar las relaciones contractuales entre personas o máquinas, aportando así agilidad en este tipo de procesos a un menor coste.  

Ante el debate de si necesario la intervención de agentes externos legales para ejecutar la condición prevista, esta tecnología refuta las controversias gracias a sus características de seguridad fundamentales: transparencia operabilidad inmutable 

A pesar de que sus fortalezas están vinculadas a la transparenciaausencia de errores en la comunicaciónrendimientodigitalización (evitar el papeleo y backup) o fiabilidad, también cuentan con debilidades en materia de confidencialidaderrores de código y, por tanto, almacenamiento de información incorrecta o posibles actividades ilegales.   

Una idea rescatada gracias a los avances tecnológicos  

Aunque el criptógrafo estadounidense Nick Szabo empleó este término por primera vez en la década de los 90’s como propuesta para sustituir los contratos tradicionales, pero lo cierto es que esta tipología de contratos nunca alcanzó la cima del éxito como consecuencia de las limitaciones tecnológicas existentes de la época.  

Actualmente, su suerte ha cambiado y los usos más comunes o, incluso, la empleabilidad potencial que se está barajando abarcan los servicios de salud; historiales médicos electrónicos, acceso a la información sanitaria y seguimiento estado de salud, servicios financieros; cancelación de cupones y bonos, préstamos o herencias, servicios propiedad intelectual; pagos de royalties, servicios del sector público; apuestas, votaciones y propiedades inteligentes y servicios energéticos; estaciones autónomas de recarga vehículos eléctricos, entre otros.   

Empresas que se han apuntado a esta tecnología 

Esta aplicación ya ha comenzado a arraigarse en el sector industrial tras ser adoptada por Ethereum. Los competidores que han decido liderar este ámbito recaen en nombres de empresas como: 

  • Slock.It y Share&Change– su aplicación recae en garantizar la automatización de pagos, acciones y alquileres de estaciones de carga de vehículos eléctricos.  
  • Etherparty– la notoriedad de esta compañía está vinculada a ser los creadores de construir este tipo de aplicación. Su plataforma ofrece plantillas prediseñadas con diferentes Smart Contracts, entre otros.  
  • Fizzy y AXA– Esta aseguradora francesa emplea Smart Contracts en su sistema sistema. En su caso, su uso elimina cualquier pérdida relacionada con las aerolíneas y compensa las pérdidas, a pesar de estar incluida fuera de la cobertura del seguro.  
  • Propy– Aquí, el uso de esta idea tecnológica tiene presencia en la industria inmobiliaria.  
  • PolySwarm– Esta empresa trabaja con la inteligencia de amenazas en el mercado. Con la cadena de bloques Smart Contracts, cualquier compañía o representante puede publicar su reto en la red junto con una recompensa concreta.  
  • Populous– Con este protocolo, consiguen deshacerse del intermediario para acelerar el proceso para que los dueños de negocios obtengan el dinero de las facturas impagadas.